primero fue la sandia y el desgano
estaba preciso que la acumulación de estrés te hizo dar marcha
yo te estuve esperando a pesar de tus pocas ansias
y cuando vi tu rostro al primer asomo yo me uní al cosquilleo
aun puedo ver que el estrés sigue presente en nuestra rutina
pero de momento tú me hiciste algo que nos daña a ambos
he sido infiel a expensas de lo que conlleva un compromiso roto
vivir en el techo para los dos es dejar al tiempo encargarse de lo suyo
pero créeme que con besos y caricias no vas a remediar el enojo
no hay arrobo de la naturaleza en este desamparo
no hay arboles ni arena cubriendo mis pies
el sol es un canino que intenta juguetear entre mi piel
y llena de orgullos mis restojos de siluetas sin ser
soy un poco desfavorecida de pensar tanto en el fin
en el incierto malestar que conlleva morir
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Estoy en un colapso de columnas que se abren al toque
de un piano a la lejanía de mi mente ensamblada
me encuentro distorsionando colores en fábula
y veo la oscuridad permanente deslizar cabezas
que me intentan pronunciar sus dichos más triviales
me desisto de estar entre el agobio del sospecho
la derrota es un destierro de toda zona segura
enclaustrada a voluntad por algo pasivo fuera de control
dando vueltas en el oasis de una canción
en el corte de cabello de alguna superior mujer
en una cautivación no presente en estas paredes
disonantes de vocales claras y firmes
preciso entonarlas en el asilo nutrido de tu memoria
en mi afinación que pueda yo ofrecer
a la infortuna de mi limitante ser