El hálito vital de la esperanza
de cara a un más que incierto porvenir,
el súbito tirón de la añoranza
de un tiempo ya pasado, más feliz,
y el cálido contacto con la gente
que es cómplice y consuelo te procura,
son armas que permiten hacer frente
al miedo insuperable, a la locura,
son muros que te aíslan de un presente
repleto de inquietudes y amenazas,
recursos al alcance de la mente
que el ánimo te blindan con coraza.
Conozco algún antídoto más fuerte
contra esas inquietudes del futuro,
pues deben disiparse, habiendo suerte,
con un amor perfecto, a buen seguro.
© Xabier Abando 02/03/2022