Es nuestro eterno amor el beso inolvidable,
Un infinito idilio, que nunca pasará,
Un inmenso suspiro que en mi alma quedará,
Te quiero vida mía, mi sino inevitable;
A tu lado me siento, feliz y confortable,
En tu dulce regazo, en tu boca que da
Ese licor ardiente que nunca pasará,
Eres divino bien: mi llama interminable;
Eres perdido Edén, un sendero divino,
Eres felicidad que me llena de amor;
Todo eres vida mía, ese sutil camino
Que me lleva ligero con un dulce fervor
Al placer más supremo, el más bello destino,
Que torna en alegría lo que ayer fue dolor…