¿Qué fuiste?
un avistamiento lejano
al que pude acercar
con intenciones
de quedármelo.
Pero…,
no estás acostumbrada
a luchar,
a enfrentar pruebas,
a superarlas.
Si hubiese pensado
como tú,
no hubiera ido a conocerte.
Llegué con ganas
de obtener
el sueño lejano de mi vida
y diste la ilusión
de que pude adquirirlo.
Te salía mejor
seguir con quien
materialmente te llena
y espiritualmente
te vacía.
Con más madurez
entenderás como ente,
que:
amar no es lo fácil,
amar no es comodidad
de gastos,
amar no es librarse
de responsabilidades,
y mucho menos,
jugar con sentimientos
de quien los siente
hacia ti.
Con los años aprenderás
que uno aprecia más
las cosas por las que lucha,
que las que se obtienen regaladas;
que, aunque no es
“contigo pan y cebolla”,
el amor no se vende,
por el amor se lucha…,
y no se entrega por dinero…
A.Maestre