Otro lunes…
dando vueltas sobre la cama…aún en madrugada…
intentando esquivar la claridad del alba.
Despierto con las ideas trémulas…
buscando la puerta del laberinto…
para desalojar mis incertidumbres.
Escudriño en mi cabeza…
algún motivo suficiente… que cambie mi destino,
alguna excusa para suministrarme vida…
para animarme a levantarme.
Abro los ojos…a esta realidad innegable…incuestionable.
Miro a mi rededor…a cada rincón de mi existencia,
y me siento derrumbar en la nada.
No avizoro ningún hecho inesperado...
algo improvisado,
se ve todo igual…
con una solapada indiferencia…
como si todo hubiese perdido la magia.
Me invade otro de mis vacíos existenciales…
y entonces trato de ordenar la mente…
que deambula desde hace tiempo… llena de absurdos.
Sonrío irónicamente…
porque me doy cuenta
que todo sigue como antes…y nada cambia…
y lo más seguro es que hoy tampoco.
Miro el tumbado…
con las manos sobre mi cabeza…
displicente…tratando de sentirme impasible.
Estiro mis piernas…
hasta el más alejado y helado de los extremos de mi lecho,
y me quedo colgado de viejos recuerdos.
Por un instante me pierdo en la burbuja del silencio…
buscando esa paz que me conforte.
Me quedo en blanco por segundos…
suspendido en la lejanía de mis ratos felices…
y vuelvo a sonreírme levemente…
como mintiéndome que hoy será ese lunes diferente,
pero regreso al presente…
para sucumbir ante esta nostalgia infinita que estruja el alma.
Otro lunes…
como tantos lunes,
envuelto de pereza…
aturdido por esta abismal tristeza.
Pero igual me levanto…a ver si de pronto…
por alguna extraña coincidencia…
hoy la vida me sorprende.
A lo mejor hoy la vida te trae de regreso.