javiercastellano23

Sobre la histérica felicidad de la que tanto me reprochan

Afuera están los arbustos empapados, completamente empapados y la gente no entiende que las aves cantan histéricas.

 

Afuera está la lluvia apareándose con el frío, afuera hay un vagabundo que pasará una noche tan terrible, que todo este verano hambriento, parece que no era tan malo.

 

Afuera alguien joven mira un astro a media noche desde un punto ciego, y se siente por vez primera solo, tal vez, nunca más querrá sentirse acompañado.

 

La gente me reprocha una y otra vez mi aguda vista por el gris detrás del color, y yo no pretendo ser recurrente, siempre dispongo de un lindo poema, de una semántica con una métrica sublime, pero esa gente habla desde la tranquilidad de una ventana o de un balcón juzgando las manchas de un espejo y yo solo escribo desde la suciedad de una acera, dónde los colores que integran un arcoíris, son el rojo sangriento de una apuñalada, el amarillo saturado de la orina y el histérico azúl del cielo que llena de vida a los hombres libres y mortifica la existencia de un creyente sobre un Dios lisiado.