Benditos besos
aquellos, compartidos,
en tantas tardes.
Hoy los recuerdo,
los traigo a la memoria
y me sonrío.
Fueron tus besos
unidos a los míos
en comunión.
Porque dejaron,
suspiros y plegarias
entre nosotros.
Porque supieron
plasmar las emociones
de nuestros labios.
Porque sintieron
el beso y el cariño
del otro labio.
...Ahora, el recuerdo,
de pronto los transforma
y los renueva.
Saben a brisa
con yodo y con salitre
de alguna playa.
Tienen los besos,
la magia y colorido
de nuestra infancia.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/02/22