Seguiré con mi pluma mi delirio escribiendo
añorando tu imagen y su regio esplendor;
y serán mis poemas, del amor la canción,
que sonserve lo hermoso de mi gran sentimiento.
A vivir de nostalgias tu condenas mis versos,
empapados del sueño que de luz nos cubrió;
y la historia de amores que escribimos los dos,
en los libros del alma quedará de recuerdo.
En mi cielo nublado por las nubes de otoño
se veran las estrellas con mortal palidez;
y al jardín de violetas, ya cubierto de abrojos,
faltará la fragancia de la cual aspiré,
el perfume que usabas, que sutil y oloroso
me embriagaba en las noches de infinito placer.
Autor: Aníbal Rodríguez.