Que hermosa se ve la noche
con matices llenos de amor
con caricias tenues y leves
con el calor del sueño ideal.
Que simple quiero mi vida
sencilla sin complicación
de aroma fresco y carente
del rigor de la monotonía.
Que quiero gozar de mi suerte
con la premura del dulzor
de un susurro en mis oídos
que me diga mi corazón.