Escucha el matinal y hermoso canto
que nos regalan todos esos días
en que varías sutiles melodías
terminan invernal y frío quebranto;
el claro amanecer con ese encanto
de suaves y arriesgadas armonías,
que le dan el color, las alegrías,
a ese gran colorido, sutil manto;
huye la nieve, escarcha y desazón,
se despiden las sombras del vacío,
nace nueva esperanza en corazón
al recobrar mi bien lo que fue mío:
la lejana y recóndita pasión
que muy juntos, tú y yo, ayer vivimos...