Marzo comenzó a temblar,
en su corta vida ya no te quiere dejar,
exprime sus segundos con sus manos lluviosas,
arrastra sus pies entre los barros de ti.
Soy marzo, abril, septiembre,
acostumbrado a vivir en el ángulo de tus ojos,
tanto que prefiero quererte sin tenerte,
como una piedra enamorada de todas las mareas de junio.
Marzo comenzó a temblar,
en sus días mitad sombra, mitad luz,
te esconde del tiempo,
alargando siempre tu última visita.
LRL
4-3-2022