Cómo ser capaz de pensarte de otra manera
que rescatándo tus pies entre lo sagrado
libar mi tristeza en el mármol que pisamos
y llorar las piedras cubiertas de verde
Cómo no percibía mi felicidad cuando al caminar juntas
la Acrópolis poderosa se escondía tras la colina de las Musas
cuando el buen mundo liberaba a Sócrates de su cautiverio
redimiendo así a la humanidad de sus constantes tropiezos
Cuán lejos aún podía extenderse nuestro nuevo horizonte
cuando los últimos rayos de sol acompañaban los barcos del Pireo
cuando las almas de los marinos se llenaban de anticipación al alba
dejándose abrazar a ciegas por las húmedos brazos de la noche
El deseo de rozar tu esencia al final de esta civilización
cuando los polifemos y circes hayan sido sólo peldaños
y a mi regreso a casa tu tejieras aún los hilos que nos unen
de fina plata de luna , hasta que la parca un día decida cortarlos