Esto no me afecta
nunca pienso en ella,
cada vez aparece menos
en mis pensamientos
ni en mi sueños.
Pero maldigo el día
y lo conmemoro,
sin planearlo
le dedico horas
en un debate inerte
jurando que mañana
la recordaré menos.
Cuando los días se fusionan
extrañamente en el borde
de tu no recuerdo,
es cuando más olvido
y dejo pasar,
me blindo en la indiferencia
de la que creo
de ti emana.
En algún punto se cortó
y se volvió la rutina deseada,
o quizá solo fue replegada
astutamente
para golpear en los momentos
débiles
o incluso respetuosos,
tú estuviste allí,
y no puedo negarlo.
Hoy ya no quiero
seguir cegado
por un amor tan profundo
que cenizas ha dejado,
quiero mirar atrás y asentir,
recordar el entendimiento mutuo,
las sonrisas y las promesas,
aún si solo viven
en mi propia memoria.
Mi mejor legado será
dejarte pasar.