Josefina Barreto

SACRIFICIO

Déjame devorarte lentamente

que no quede un milímetro en tu cuerpo

y en tu aliento, sin que haya sido mío.

Déjame abrir tu pecho con mis manos,

arrebatar tu corazón ayer vacío,

llenarlo con el amor que nos juramos.

 

Déjame ser la piedra en los altares

donde pueda ofrecerte en sacrificio.

Que sea mi cuerpo el puñal que abra tu pecho

y en tu sangre se diluyan mis pesares.

Llegar al equinoccio y al solsticio

que encuentren su cenit en nuestro lecho.

 

Quiero que en mi holocausto seas la ofrenda

que mi fuego incinere al poseerte

y sea tu carne mi maná divino.

Que cuando te desnude prenda a prenda

hasta los dioses envidien nuestro sino

que será amarnos por encima de la muerte.