La indiferencia llega pausada a una relación
y se vuelve demasiado implacable
y tratar con ella es muy difícil
convirtiéndose en insuperable.
Produce un duro y amargo silencio
en el cual habita la incertidumbre
y no hay forma de adaptarse a ella
como una simple costumbre.
La añoranza de lo que era cómplice
y en el día a día algo cotidiano,
pero ahora nos hace una gran falta
y mucho sentimos que lo necesitamos.
Lo contrario al amor no es el odio
y eso es lo que se cree y piensa,
pero el sentimiento que es capaz
de destrozarnos es la indiferencia.
Una relación pueden terminar
por una o múltiples razones,
pero la indiferencia es la peor
porque destruye los corazones.
El amor tiene tres grandes enemigos
la indiferencia que quita el aliento,
la indecisión que impide avanzar
y la desilusión que mata el sentimiento.
Autor: Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,04/03/2022.