Tener una edad suena a cachondeo. Da igual tener veinte que ochenta. No tienes más remedio que dar un rodeo. Y así con suerte evitar la tormenta. Nadie sabe la edad que tengo. A me importa el dinero que tienes. No sé siquiera como me mantengo. Y yo tampoco sé como te entretienes. La edad no importa. Importa la juventud. Qué rica está la torta. Cuidado con el alud. Tú tienes la vista corta. O estás en la senectud.