No te he agradecido lo suficiente,
Siempre estás ahí cuando te necesito,
Siempre me das mas de lo que merezco,
Cuando mi vida parece no tener sentido,
Cuando creo haberme perdido,
Estas ahí dándome aliento,
Diciéndome una y otra vez que no todo está perdido.
No te he dado el tiempo que mereces,
Cuando la vida pasa desapercibida,
Cuando la noche transcurre y llega el día con mucha calma,
Siempre afanada con las cosas diarias,
Se escucha tu voz en dulce sinfonía,
“Esperándote como siempre Hija mía”,
Sin que vayas a retroceder o abandonarme.
Me sorprende tu gran paciencia,
Des esas veces en que yo ya me hubiera rendido,
Cuando mi paciencia ya se hubiera agotado,
Tu serenidad me dice que me esperaras toda la vida,
Cuando no se que mas hacer y mi ansiedad está sobrepasándome,
Cuando la vida me ha golpeado infinidad de veces,
Entonces estas ahí, extendiendo tu mano, justo antes de caer.
Si mas pudiera pedir,
Te pediría que te quedaras para siempre,
Que me ensenaras a amarte y que no te canses de esperarme,
Que sigas cubriéndome la espalda,
Que yo en esta vida tratare de compensarte.
Mi fe será como el hierro fuerte y brillante como el oro.