Es mediodía y están compungidas
extenuadas, solitarias, secas,
pesadas, lentas, con olor a comida
queriendo emigrar a la infancia
manos con semblante a sendas
de hechizo y de gloria cada día
Silenciosas sencillas han impregnado
con miel cortezas sedientas
con delicadeza corazones angustiados
con compañía soledades ásperas
con alegría emociones ennegrecidas
con constancia pieles adormecidas
Se ocuparon de sembrar amor
en los campos benditos
poniendo semillas en los surcos
para que brotaran virtudes sublimes
con armonías muy mezcladas
y luces de muchos tonos diversos
Obsequiaron sacrificios desprendidos
con olor a entrañas y yerbas
sus yemas iban enderezando
las palmas amasaban los genios
y esculpían con martillos tiernos
para evitar llantos en sus terneros
Así el tiempo a las manos les ha pasado
les impusieron una tarea de rigidez enaltecida
con un caudal de sentimientos cristalinos.
Ahora en monótonas se han convertido,
se atrofiaron y llenaron de carácter
confinadas a pobres rincones de lo mismo
Ya llegó el tiempo, se revelan,
de un sosiego no han desistido
no quieren más un compás inerme
despertaron, quieren seguir con sentido,
claman inspiración, plasticidad, pensamiento
y un racimo de tributo hay que rendirles
Quieren solo hablar y danzar
tocar la luz hasta embarrarse
su dramatismo vendado expresar
despojarse de su jaula con fiebre
que las oigan hasta caminar sin dueño
y poder derramar su sed de suspiros sin miedos.
¡GLORIOSAS ¡