Baldias, las pupilas
con la esperanza de los cardos
o al menos eso
un milagro, una semilla
y en un abrazo lejano
la memoria de los hechos
que desemboca en un negro blanco degradé
y todo sucumbe en el edverso
impuro el matorral
todo falla, todo encaja
en lo dual, en lo perverso
si supiera vida mía
imaginarme en tu regreso
y en solo una rosa
o en una gota de rocío
daría mi mente al universo
y yo, yo harto de contar cuentas
y de soñar enredado entre mis versos
te espero con un cuenco vacío
para llenarlo en tu regreso
con aguita lluvia del desierto