Cae el viejo Ocaso,
y las cadencias de Voces
y sonidos tenues,
van menguando lentamente...
Menguando como el latir de mi Alma
quebrada.
Temores teñidos por el Tiempo y por
ayeres imborrables...
El Destino Intransigente
me regaló una Existencia mutilada...
Sentada en un viejo sillón
envejecido por los años...
manchado por el Tiempo,
escribo estos versos,
Para curar y poner bálsamo suave
a heridas añejas,
de horas
que no he sido....
Para que me ilumine
una Estrella del Poniente,
y que un Cielo despejado
de nubes
por fin,
me llame
por mi Nombre...
(Patricia)