Como hoja seca en otoño me desprendi de tu cuerpo. que fue mi árbol. Desde el suelo, te vi tan alto, tan lejano... Quizá, algún día, seas tú hoja seca y vuelva yo a nacer en primavera aunque te dé rabia, aunque aún me quieras. Y desde el suelo me verás tan alta, me verás tan lejos que tu ni esqueje, ni brote, ni tallo ni mala hierba para los cerdos.