Alfredo Saez

-Ya llegué-

 

Parece que senil a Río exhausto llegué

Tiempo del concluyente verdolaga destino

Y ahora absueltos y fieles quedan los por qué,

Voracidad final del feroz diente canino.

 

Pardo repliegue en redoble de añejos recuerdos

Un corro caótico  de afamadas verdades

Donde por igual purifican cisnes y cerdos,

Mazmorras y mansiones de las crueles ciudades.

 

Expansión moribunda  de búsquedas exóticas

Por almas acotadas de hermanos transeúntes

Sin  decodificar sus tan extrañas semióticas, 

Sellos dados, protectores de turbios apuntes.

 

Amores sagrados al ras con penas adjuntas

 Hedonismos  en los epicúreos jardines  

Azules placeres, pecado, atados en yuntas,

Predios terráqueos,  planetarios comodines.

 

Parece que senil a Río exhausto llegué

 Tiempo del concluyente verdolaga destino

Y recién sagaz comienzo a entender los por qué…

Oscuros paradigmas del nihilismo anodino.