Iván González Martínez

Dar y no recibir

El alma ya desnuda

De tanto reinventarte

Y tu boca ha de pesarte

Ayudándola con sus dudas.


El tiempo y la alfombra roja

Ya abasto no te dan,

No te queda ni un refrán,

Ni un bolígrafo, ni una hoja.


Tantos y tantos poemas

Por sus ojos han pasado,

Tantos y tantos recados

De tu amor directo en vena.


Los rosales deberían odiarte

Y el chocolate sentir que acosas,

Pues helados, bombones y rosas

De sus días son gran parte.


Te haces presente de tantas maneras,

En tantos y tantos matices,

Presente en los días grises,

Aunque escampe, aunque llueva.


Y yo me pregunto...


¿Para qué tanta ofrenda?

¿Detalles, para qué tantos?

¿Para qué endulzar su canto

Con palabras tan intensas?


Si en do menor tú la invitas

Y en do mayor te rechaza,

Si en fa menor tú la abrazas

Y en fa mayor ella te quita.


Amigo, cuánta desproporción,

Cuánto dar sin recibir.

Si para ella, una oración,

Para ti, ni con qué escribir.


Dar, dar y no recibir

Es como tener solo una hoja,

Cuando de ella te despojas

Ya no hay dónde escribir.


El problema de \"dar\" y no \"recibir\"

Radica en lo siguiente...


Cuando casi nada te ofrecen,

Cuando el corazón no te recargan,

La motivación y el deseo se embarcan

Y ambos verbos desaparecen.