Hay belleza en la certeza de la muerte.
Vivo, porque quiero vivir
y porque, al parecer, aún me quieren aquí.
Varias veces he estado cerca de esa gloria...
De bailar con ella, la oscura novia.
Las velas no duran encendidas por siempre,
ni tampoco la vida de los mortales.
He amado durante mi existencia a 3 hombres,
muy profunda e intensamente.
Y conservo de cada uno algo diferente
que ha dejado en mi gran aprendizaje.
Aún así, quiero seguir amando.
Quiero volver a enamorarme de alguien.
Pero, últimamente mi cuerpo se ha desgastado, la depresión ha hecho estragos
y temo que quizá mi tiempo termine.
Sé que la muerte es apacible.
Lo sé porque estuve a su abrigo por unos minutos en mi niñez.
Y no me quita el sueño su llegada inevitable.
Pero...
Hoy me descubro notando que,
creo que me estoy enamorando.
Y se siente bien aquí en mi alma
y en mi piel.
Mas, descubro a mi cuerpo débil y sin ganas.
Quisiera llorar...
Y no hay lágrimas.
Quisiera acercarme a él sin dudar
y me gana el temor de ser una más a la que rechaza,
porque aún ama a otra persona...
Y porque admito que ya me hallo celosa.
Por eso, me sumerjo en mis letras
y en el ruido de mis sentimientos...
Donde sólo me acompaña la soledad
y ésta locura de vernos en sueños.
Sueños, de él y de mi...
De mi, en él y de él, en mi.
By Diana Janeth Reyes Diáz.
(Diana Reydz)
Publicado el 07/03/22
10:13pm
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