Fantasmas
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¿Sin ti, qué es lo queda?
un amargo veneno,
un dolor en el pecho
y una pena que quema.
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Y muchas horas muertas,
adictas a un silencio
que alarga más el duelo
de un adiós sin respuesta.
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Ausentes las palabras
solo quedarán sombras,
agónicos fantasmas
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y promesas sin alma.
Sin ti, no habrán hermosas
ni anheladas miradas.
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¿Sin ti, qué es lo queda, si busco en el pasado?
un amargo veneno que dejaste en mi boca,
un dolor en el pecho frío como una roca,
y una pena que quema por querer demasiado.
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Y muchas horas muertas pudriéndose a mi lado,
adictas a un silencio, curtido que trastoca,
que agranda más el duelo de una historia barroca,
de un adiós sin respuesta, de un adiós olvidado.
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Ausentes las palabras no importa el porvenir,
solo quedan las sombras, de ti y de mi, perdidas,
agónicos fantasmas que me impiden dormir;
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y promesas sin alma lamiendo sus heridas.
Sin ti no habrán hermosas mañanas por vivir,
ni anheladas miradas de amor reconocidas.
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Fotografía y poema Ramón Bonachí.