Julio Manuel Méndez Alemán

Revuelta

Ni un ruego más

caerá a vuestras manos.

Pues ni dios, ni amo

me detendrá atrás.

 

Nunca más he de rogar

a la luna por clemencia.

No haré reverencia

a quien me desee mal.

 

No he de pedir nada

que provenga del cielo.

Una espada mal empuñada

terminará en el suelo

 

Es tiempo de levantar el vuelo

entre las nubes blancas.

Es tiempo de encontrar un sueño

por el cual no dar la espalda.

 

Siempre supe las palabras

que serían la respuesta.

Una tarea, una propuesta:

\"Estar para mí y nadie más\"

 

Descansaba tan placida

la solución a mi dilema,

detrás de mí tristeza silente.

como el acero más ardiente.

 

Ahora he de dar gracias

a lo que forjó mi vida.

Cada lágrima, cada desgracia

Y caricia fueron merecidas.