Reluciente y osada
Todavía preguntas qué has hecho
Para cubrir con creces el trecho
Entre lo idílico y mi mirada.
Y todavía preguntas
Con pómulos sonrojados
Por qué mi verso fraguado,
Por qué mil lápices sin puntas.
Porque a diferencia de tantas
Cuyo talento es exhibir,
Tú derrochas luces que encantan
Y para eso, te basta con existir.
La ley del mínimo esfuerzo
Aplicas tú al sobresalir,
Para que en ti me encuentre inmerso
Tú solo tienes que existir.