Tierra sedienta, sin certeza
Ríos sin cause, sin murmullo
Mar de soledad sin arrullo
Sin canción y sin olas que le mesan.
Abarrotada de dolor por los rincones
Dolores viejos sin olvido
Ausencia que lacera y que quema
Que rasguña hasta el fondo de la duda.
Tus mentiras frescas aún no fraguan
Tendidos en patio los pañuelos no se secan
Y negros nubarrones de desdicha
Navegan en los techos de la casa.
Los viajantes del destino se apostan
A un costado de mi cama y murmuran
Entre ellos y repiten y repiten y repiten...
La infinita tragedia que hoy me vive.
Ya no veo a través de la ventana
Un buen augurio, los rosetones
De la pared se han podrido
En la estancia solo reina el vacío.
Así hueca y sin premisas
Vagabuendea la desdicha
Por el barrio. Yo solo puedo
Esperar la otra calle a que sé cruce
Por mi vida cualquier tarde.
Ya veremos lo que llega en el correo
Si es que aquel fisgón no se adueña
Del paquete el primero.
Martha patricia- de pájaros y de cenizas