Veo en la tele...
Imágenes que duelen
de una guerra absurda.
Destrucción y muerte!
Niños que lloran...
madres que imploran...
Gente que huye
sin saber adónde ir,
aferrándose a la nada
o a lo poco que les queda.
Cae la nieve y agrega
más sufrimiento...
Rostros incrédulos,
ateridos de frío por fuera,
congelados de miedo por dentro,
preguntándose si es cierto...
¿Quién inventó esta película?
nos están diciendo...
¡Paren este cruel rodaje!
No me estoy divirtiendo...
¿Un señor amo y dueño
de tantas vidas
y un mundo alrededor
dejándole hacer
y deshacer a su antojo?
¿Qué mente macabra
creó este argumento?
Veo la tele...
una dulce melodía
surge mágicamente...
Los acordes de un piano
quieren ser un bálsamo
para tanto dolor...
Las manos de un hombre
luchando contra los tanques de guerra...
Los niños que se acercan
olvidando su orfandad...
El frío se deja de sentir...
por un instante...
Yo, en mi impotencia
de no poder hacer otra cosa
más que observar,
comienzo a pensar,
y mi alma se anima,
que aún hay humanos
que saben amar.
Aún hay humanos
que saben curar
dándose a si mismos...
Aún hay humanos
que entregan bondad
y alivian tristezas ...
Aún hay humanos
con humanidad!