Marcelo López

Dorado

Tanto en el día dorado como en la noche oscura, te recordaré.

Quiero llevarte en lo más profundo de mi sensato corazón.

Porque al tenerte, la llama se enciende provocando una constante acción.

Siempre estarás, el corazón lo sabe y la piel lo siente cuando se eriza sin pudor.

Te tocaré y posiblemente esto es secundario. Al fin, nuestros cuerpos son prestados, pero no así nuestra intención.

Te amo.