En el silencio de los días,
que atraviesan mi alma,
escucho un murmullo lejano,
es el ruiseñor que canta.
Canciones que con el tiempo,
se vuelven melodías,
vuelos de una poetisa,
que se resuelven en rimas.
En un suspiro recuerdo,
tus mas dulces miradas,
y recuerdo tus sonrisas,
por las musas admiradas.
Mas tu silueta se desdibuja
por el paso del tiempo,
el olvido le gana al recuerdo
esta cruenta disputa.
Con hidalguia presumo,
que recuerdos y olvido,
son tan sólo quimeras
de algún mero arquetipo.