Estás seca.
Tus venas pulsan el sarro
Rancio de las viejas prostitutas
Que ya no conocen el llanto,
La vergüenza o la culpa.
Das frutos sin semillas
Que se ofrecen de tu tronco estéril;
Más cortesana que corteza
De piel sin alma, infértil.
Solo sirves para encender
El falso deseo del éxtasis.
Da igual si de hombres, mujeres,
O del sudor barato y ordinario
Que les impregna las pieles.
Podrán tenerte a momentos,
Sí, y vomitarte luego en atoros
Cuando sientan tu ponzoña
Que les corroe los bronquios.
Tu deuda, tiene siete condenas.
Pero a mí; no me debes nada.
No puedes pagar dolor
Con esas, tus monedas falsas.
Tal vez, se lo debas al karma,
Al amor, el que solo una vez pasa,
O a las diez vidas que te faltan.
No lo sé.
Pero queda tranquila, porque a mí;
¡A mí, ya no me debes nada!
Ni tú, ni tu mirada infinita
Flor de lirio encantadora;
Que se alimenta de la oscuridad
Y de los corazones que aborta.
Solo te auguro una cosa:
Habrá más de una noche
Que sola en tu soledad
Mi nombre te visitará.
Y serán tus manos crispadas
Las que te harán recordar
Como envenenaste el pecho
Que siempre en silencio,
Te quiso de verdad.
Estás seca,
Y cuando tu belleza pase,
Cuando por fin sanes de ella;
Te mostrarán los espejos
Tan seca por fuera,
Como por dentro.
Claudio M. López ®️