Hermes Antonio Varillas Labrador

Vendo mis modestos libros de poesía

 

“Vendo mis modestos libros de poesía”

 

Vendo la totalidad de mi arte

como si fuese una pintura,

vendo mis versos y mis letras

mi modesta obra de literatura.

 

Mi poesía abarca cualquier tema

que no le sea ajeno a la cultura,

verbigracia el misticismo y la fe

en Jehová Creador y su lisura.

 

O de su inclusivo mandato

de amar a todas criaturas,

como una forma de preservar

la flora y la fauna de natura.

 

En contra de aquel que embiste

no me refiero a un toro miura,

ya la decía Antonio Machado

la tauromaquia es cruel tortura.

 

Con respeto y con decencia

por los ateos y sus dudas,

de la ciencia lo dijo Einstein

Dios tras cada portal en apertura.

 

Mi verso es adalid del ambiente

útil abono hay en la basura,

no son solo palabras al viento

mis actos, ideas de genio y figura.

 

Por supuesto hablo del romance

de las féminas y su hermosura,

a ellas mis décimas y glosas

con afecto, amor y donosura.

 

Y por qué no del bello erotismo

muy sutil y osado en honduras,

de ofrendar a las vivas diosas

y sus cuerpos de esculturas.

 

Le escribo sin remedio al desamor

de los amantes en cruel ruptura,

del género denominado elegías

en lamento y plañidera atadura.

 

Sin dudarlo también abordo

al humor que gracia supura,

con ocurrencias y con chistes

y una que otra travesura.

 

Hago homenaje a Don Quijote

a sus incontables aventuras,

en ocasiones hago las veces

de un chalado en su locura.

 

Sin contar con un Rocinante

ni escuderos con gordura,

en tenaz y pedagógica odisea

los libros son mi armadura.

 

Sin descanso hago la labor

de promocionar la lectura,

es una forma de exhortar

y meter a todos en cintura.

 

Cariño a las letras del verso

 la eñe tiene añosa empuñadura,

con morriña y buena señal

y la virgulilla por añadidura.

 

De la música no soy docto

entre pentagrama y partidura,

sin embargo, creo de mis loas

sirva una como letra y escritura.

 

Lo decía el sabio Hipócrates

Padre de la medicina pura,

salud y pan son medicamentos.

y preferible sin las frituras,

 

Mi verso es fiel pedagogía

de mis niños es puericultura,

como arcoíris en lontananza

guiándoles para una edad madura.

 

Les hablo ahora de mi Patria

pese a su ominosa dictadura,

con objetiva y verás información

sin aberrante y vil sesgadura.

 

Creo en el arte de la política

y en la honesta magistratura,

de líderes al servicio del país,

no en politicastros caraduras.

 

Libre de descortés chovinismo

sin resquemores ni amarguras,

del gran padre río Orinoco

y su puente de Angostura.

 

O del salto Ángel en Canaima

sin parangón en su mesura,

o del pico Bolívar en Mérida

de nívea nieve y su frescura.

 

De copleros y retos en el verso

de Florentino en añeja bravura,

con mandinga derrotado al alba

por estas infinitas llanuras.

 

Y ya casi para despedirme

otra cita en regia signatura,

con Andrés Eloy Blanco cumanés

de negros angelitos en cuadratura.

 

Con Gandhi y la no violencia voy

por un orbe y su enmendadura

la abolición del gasto militar

clave por paz con pan y levadura.

 

Es mi país la paradójica Nación

de éxodo y diáspora en agruras,

como un vil y ominoso régimen

y militares con crueles torturas.

 

La venta que haga en la ocasión

sea virtualmente y sin facturas,

la premura es por conmiseración

y sin ánimo de materialista usura.

 

Creo en un arcoíris multicolor

con confianza de vuelta futura,

para la prole de relevo al Edén

en la esperanza está segura.

 

Mi deseo no es hacer dinero

más la necesidad a mí me apura,

el afán es sostener mi proyecto

de mis churumbeles y su altura.

 

Punto final no he de colocar

necia puede ser mi desventura,

con mi obra creo poder trascender

más allá de ataúd o sepultura.

 

– Hermes Varillas Labrador

#FormandoCiudadanía & #ElArcoIrisDeLosNiños