No, ya no puedes palabra mía,
suprema, de alas infinitas,
vivir así esclavizada
como águila errante sobre desiertos
bebiendo decepciones en copas relucientes
ilusionada de sílabas infecundas
condenada a silencios en páramos humanos
No, ya no puedes palabra mía
pródiga de lindezas y quietudes
llenar tu voz de tempestades
proclamando soledades y abandonos
llena de apatías y omisiones
de paganos sonidos,
e imágenes plenas de herejías
Renace palabra mía, melodiosa plena de serenidad,
sabia, perfumada de esencias espirituales,
abre tus alas al vuelo,
vence el tedio y el hastío
inúndame de aguas sonoras, frescas, cristalinas,
Irrumpe palabra mía en la profundidad de mi alma
y exclama las voces de pensamientos fecundos
de suaves lluvias y humeantes montañas
abre tu caudalosa semántica, y llena de sonoras cadencias
el mar que se derrama sobre arenas crédulas
cuenta historias, recrea leyendas
describe ilusiones con elocuencia y afecto
grita su nombre, únelo al mío
desborda el latido, glorifica tu ofrenda
reviviendo un poema.