Aspiro hablar y en verdad, no quiero pensar;
deseo decir verdades y la severidad me atrapa.
Pienso qué, nadie, la verdad quiere escuchar.
Vago, voy dudando me envuelvo en mi capa.
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Quiero decir tantas verdades y me abstengo.
Sé qué lo pensado debe expresarse en verbo,
\"prudencia\" es ese silencio que yo mantengo.
No ofender, es la conseja del popular acervo.
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Me va mejor el pensar y desvirtuar el sentir.
Sentenciada fui, desde pequeña, a callarme.
Los adultos y sus miedos te obligan a OMITIR.
Hoy, vuelta a la hoja, sé qué debo recrearme.
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Nunca es tarde para volver al inicio de TODO.
Hay que hurgar en el pasado, para conocerlo
y Luchar con la verdad y la mentira codo a codo.
Esa es la relevante manera de “todo” saberlo.
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“En todo hay mentira y también hay verdad”.
Esta ecuación es la gran paradoja a descifrar.
Hay que dilucidar la emoción y su proximidad.
Al conocerla, nadie, cuentos te puede contar.
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Cada verdad y mentira tiene valor subjetivo.
Qué, la creas o no, viene siendo el objetivo.
Para ello, hay razones y más de un motivo.
Y, si no cree en él, siempre será un cautivo.