Todo ha huido a mitad
los gestos, las pautas,
los ritos, solo quedan desnombres,
humo triste, el viento recorre su último tramo.
¡Ay amor!
Mi mitad también huyó,
apenas retengo mi otra parte,
el augurio del reloj se marchó
con la última lluvia de latitud cercana.
Al menos, quisiera extrañarte,
llamarte, recordarte,
pero ¿Cómo?
no has dejado marchar tu mitad.
LRL
10-3-2022