Mendigo , hoy, en las puertas del Parnaso,
Humillado , suplicante y herido.
Reclamo versos con musiquita…
Oquedades delebles de los tahúres.
Caparazones sonoros sin sangre
Ni otros fluidos…
He cultivado , tremendo,
Absenta pura,
Aguardiente de Alosno,
Puro y molesto,
Cristalitos que hieren
Ensangrentados …
Tan tristemente humanos
Que dan fatiga ,
Son los restos varados
De poemas turbios,
Mezquindades molestas
Para profetas, talibanes
Que humillan aficionados,
Personajes sacados de la Regenta,
Tan felices nutriendo la posverdad .
Como digo, hoy pido sentado y sucio,
Que me donen la magia,
Y la mala leche,
Que me inyecten la rabia ,
que llevan dentro,
Y reniego de mis estancias
En los Valles del Tedio.
¡Qué me extirpen el alma!...
¡ quemaré mis poesías!.
Paco José González