Las hojas de nuestro árbol se estremecen
ante el majestuoso vagar del viento
y el polen de las flores en concierto
adornan la pluma donde te meces.
La lluvia celosa se ha aparecido
va y le llama a su amigo el huracán
en nuevo idilio se transformará
éxtasis de un pistilo humedecido.
Igual tu cuerpo rocío de miel
se desahoga ante la honda ensenada
que hace brotar los poros de tu piel.
Entrega de mujer que apasionada
irradia con pasión al oropel
es salvaje, tierna y enamorada.
SiempreEnamorada
©Violeta