¿Dónde iremos a parar?
Es mí decir, este dicho.
Que nadie tiene derecho
por maldad, dejar sin techo
al ingenuo por capricho,
solo sé que es un mal bicho
aunque peor es aquel,
que abusa de su poder
y presumiendo ser Dios,
matando de dos en dos
a quien está en contra de él.
Será lo que merezcamos,
no busquemos más culpables
ahora somos tan loables
que a los tiranos loamos
colocándolos como amos
en los tronos los ponemos
con la vida defendemos
aun sabiendo que son malos
aunque nos hinchen a palos
los tontos, tontos seremos.
Pero pronto lloverá
ácido como castigo
al jefe yo se lo digo
al infierno bajará
en sus llamas arderá.
Con terror serán bañados
sus mundos tan añorados
estará todo podrido
el sueño lo habrá perdido
y los anales borrados.