Vivir con sabiduría,
con una sana atención,
procurando noble acción,
nunca exenta de alegría;
llevando luz y armonía,
con un puro corazón,
con honesta compasión
como dulce melodía;
es la vida ese camino
a la mente universal,
el amor, nuestro destino;
la hermandad, nuestro ideal:
convertir el rudo espino
en una flor fraternal...