Si te doy amor ahora,
dentro de un instante
o cuando me lo pidas
y sientas que te falta el aire
porque tu lengua inquieta arde
quemando la lengua mía,
¿sería esa la justa medida para amarte?
Si te doy mi sombra
para acompañarte,
si te doy en bandeja mi vida,
mi sangre; mi alma, mi carne;
mi aire por el resto de mis días,
¿sería esa la justa medida para amarte?
Si me voy ahora,
dentro de un instante
o cuando me lo pidas
y ya no soy nadie
y desaparezco entre las gentes
y finalmente me olvidas,
¿sería esa la justa medida para amarte?
Felicio Flores