cuando el verdadero amor se va
nada queda
se pueden llevar
el sofá, la mesa, las sillas
la cama, todas las lámparas
el arte y los adornos que utilizamos
para decorar nuestro diario vivir
nuestro tiempo durmiendo entre
las horas del reloj
nuestro pasado flotando en esos
marcos que cuelgan de las paredes
la vista desde las ventanas
hacia nuestro cielo y nuestro jardín
nuestras cosas favoritas
nuestros recuerdos de viajes
podrán borrar la memoria y
desmantelar nuestra historia
dejarán sólo marcas y manchas
de todo eso que una vez fuimos
al final
todas esas cosas son sólo
un mundo de palabras
palabras vacías
sin eco, sin luz
sin sentido
sin ti
apagarán las luces
cerrarán la puerta
pero las llaves de nuestra casa…
será la razón del por qué
la hiedra nunca dejará
de subir por las paredes
yo, con pasos lentos
con todas mis palabras a cuestas
iré a nuestro encuentro