quédate en mi memoria
para que sea imborrable tu historia.
no me niegues la dicha
de recordarte en mi desdicha.
vete, si quieres; pero quédate
en la musa que inspire mi verso.
para que en la soledad me quebrante
la dulce melodía de tu recuerdo.
quédate en algún rincón del corazón
para que suspire de emoción.
la tristeza no sera tristeza
si tu risa creo oírla en la brisa de primavera.
quedate en el candor de una rosa
para que crea verte en las horas sin horas,
alli en donde la cordura se viste de locura
y en donde solo se añora tu infinita ternura.