Este sol me oscurece las venas;
es mi curación con todo lo que llevo.
Los cigarrillos son una sugerencia;
y la música, muy alta,
de seguro lo estará luego
de que empiecen a dejar de importarme
tantas cosas como tengo ahora en mente.
Prefiero olvidarme
de que estoy viviendo el momento presente,
evadir a la muerte que acecha
tras cualquier ruido, en la sombra
de casa o los árboles,
que tiemblan
porque la tierra va a abrirse
en dos mitades:
lo sueño como inmerso tanto en mí
que no doy crédito
a que todo tan tranquilo aguante;
o soy yo y por eso
me duelen tanto los hombros...
Obsesión en cada sillón de residuos,
en cada sesión meticulosa
paladeando las sílabas, toscas,
que emergen de sudores malsanos;
otra razón para no abortar
de nuevo los planes.
Unos ojos como volcanes
saltan de mi cara
hacia los charcos,
donde encontrarás placeres subterráneos
y una estaca
para liquidar al vampino
que nos inyectó este napalm.