LÓGICA UTOPÍA
La pandemia también nos ha llegado;
nos ha dejado muertos a la vista;
de infectados, muy larga es nuestra lista,
pero este fue su único legado
ya que no más perjuicios ha dejado
por el sistema pos-capitalista
(pues ya dejó de ser mercantilista)
que, con gran tesón hemos alcanzado.
Los más aptos habrán de colaborar
–prescindiendo del uso suntuario–
cuidando no se vayan a contagiar.
Y, junto al reparto comunitario
para nuestras necesidades colmar,
compartimos todo. ¡Sin empresario!
LA REALIDAD: ¡CRISIS!
La producción es un mal necesario
pues solo importa obtener la ganancia
y el trabajo tiene gran importancia
ya que produce más que su salario.
Suenan las campanas del campanario
cuando el dinero cesa en su alternancia
y paraliza toda la importancia
que acumular concede al empresario.
Sin rentabilidad ya no hay inversión;
sin inversión se crea desempleo,
gran necesidad y desesperación…
Pero… ¡Si no lo veo no lo creo!:
¡Los dueños, nos muestran gran preocupación,
al zarpar en sus yates de recreo!