Francisco 1987

Algo brutal y salvaje, como el amor de Jesús

Era algo monstruoso

ciertamente....... y monumental

no encuentro palabra..

 

Fue una visión de segundos 

pero que antes había ya había mapeado

y nunca lo había poetizado... 

 

Las olas enormes y salvajes 

de energías atómicas del centro de La Gran Vía Lactea

golpeaban una y otra vez y otra vez y otra vez cada segundo

a nuestra estrella solar 

y de paso a este planeta de colores que habitamos.... 

 

Es por eso que las hormigas, los leones, las ballenas y las termitas 

se movían mucho mas ultimamente... 

no paraban de evolucionar 

y evolucionar... y evolucionar

 

Esto no pararía en miles de años... 

Jesus Chingel se aburrió de callar y recibir bofetadas al azar

algo había cambiado en su mirada