Curioso es el firmamento del alma,
de eso no hay duda, pero no hay engaño.
Para muchos el temor más preciso
es que la vida traiga consigo una muerte,
¿Y que con eso?
Todos somos pasajeros,
turistas de este mundo y sus desastres,
esa es la cuestión
las incógnitas de la vida,
ser lo que somos es el habito de la esencia,
ser y no ser después
nos empuja a querer volver a un antes
y no aceptar el avance del tiempo:
Dos ejemplos pondré:
La mujer cubre la obra de arte
de sus arrugas con el químico
de un cosmético,
no acepta el avance del tiempo,
el hombre muestra sus arrugas
sin problemas pero en el secreto silencioso
de una azul pastilla
muestra engañado que aún conserva
su potencia,
no acepta el avance del tiempo.
Todos somos espectadores de la vida,
unos a corto tiempo,
otros por misterio, a tiempo prolongado,
así que, desviar la mirada no es sabiduría
más bien cobardía embalsamada
en la teoría de no reconocer
el tiempo que nos toca.
Escribe por lo tanto ¡Oh, hombre!
¡Oh, mujer,
el verso que te ha tocado!
porque el mejor poema
es aquel que la vida va escribiendo
con el pasar de los años,
el mío en cambio es particular,
yo voy escribiendo mis versos
mientras voy andando,
pero más allá del firmamento,
más allá de todas las galaxias
van escribiendo cada cosa
que en mis versos
yo no voy anotando.
Abed Hassan
13 Marzo 2022
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