EHUR OHR

Un milagro...

Desperté con un aroma a ti,

envuelto en los besos que te di,

con tus recuerdos recostados junto a mí.

 

Clareó la mañana con un olor a café,

con la misma tristeza de cuanto usted se fue,

con esa nostalgia a la que ya me acostumbré,

con un silencio tenaz que se me hizo normal…

y un desconsuelo que ya me es usual.

 

Amanecí sobre un lecho de añoranzas,

con el corazón palpitando a millón,

con los suspiros abrazados de una leve ilusión,

con los anhelos ceñidos de un espejismo…

convencido de tu improbable aparición.

 

Desperté suponiendo que usted volvió,

que de su largo viaje regresó…

y que viene a quedarse como lo prometió.

 

Desperté delirando que usted ya llegó…

y que ya no se irá,

que más nunca de mi vida escapará…

que ya no se marchará.

 

Clareó un nuevo día…

y en mi alcoba aún perdura su fragancia…

a pesar de su dolorosa ausencia.

En cada rincón se perciben su esencia…

y se extraña más que nunca su presencia.

 

Amanecí remembrando todo lo sufrido,

intentando rescatarla de mi mentirosa indiferencia,

procurando libertarla de la fosa del olvido.

 

Amanecí esperanzado de un milagro…

un milagro de amor…

que la devuelva a usted…otra vez a mi destino.