Hola sombra mía,
¿cómo te encuentras? me pregunto yo
¿Satisfecha? ¿o acaso quieres verme caer a pedazos como lo hago ahora?
Solías ser mi consuelo,
mi brazo derecho,
mi esperanza y la fuerza que me ayudaba a seguir.
¿Que sucedió?
Eso mismo quisiera yo saber amiga,
me robaste la vida,
mi confianza se perdió entre mis lagrimas y susurros que me arrebato el viento,
mi aliento no alcanza ya,
me muero por dentro y tu eres cómplice de eso.
¿Pensaste en el gran daño que me harías? Creo que no,
y ahora me encuentro atándome a la vida con un gramo de esperanza y una tonelada de oscuridad.
Necesitaste mi ayuda y te di todo lo que tenía para dar,
mi hombro siempre sostuvo tus sollozos,
mis manos secaron tus penas,
mis brazos eran tu fuerza,
pero a cambio recibí una bofetada.
Nunca pensé que serías la que abriría mi herida hasta dejarme muerta y desangrada,
pero del sufrimiento se aprende,
fuiste una persona importante en mi vida y eso jamás lo olvidare.
Solo quisiera saber,
¿Por qué me hiciste esto amiga?