Del ambiente más sarcástico
va un pájaro maquiavélico,
con su cantar tan famélico
y su plumaje fantástico.
Cuando canta todo es drástico,
se estremecen los políticos
con las excusas de míticos,
se les olvida la táctica
y después de toda práctica
es tarea de los críticos.
Ese animal supersónico
con las mujeres es rústico,
brindando un sonido acústico
se convierte salomónico.
Su coraje ya es platónico
mientras se pasea escuálido,
lleva su pigmento pálido
y a veces lo hace satírico
con un laberinto lírico
por un manantial tan cálido.
Con su bandada es simpático,
pero por dentro es explícito
cuando se transforma ilícito,
vuelve al paisaje aromático.
Siempre se ve carismático
bajo pequeños resúmenes,
gárgaras son sus volúmenes
que no duerme en el depósito,
este animal sin propósito
es tormenta de los númenes.
¿Qué tendrá el pájaro eufórico?
Cuando pasa al acuífero,
lleva un deseo fructífero
con el torneo pletórico.
Otros dicen que es retórico,
que ha tenido un don estético,
pobre pájaro sintético,
ya se siente todo un vándalo
mientras desgarra el escándalo,
su cuerpito es un magnético.
En el despertar artístico
dicen que es pájaro cómico,
y su terrorismo atómico
vuelca al ambiente turístico.
Este pajarito místico,
viaja a la selva amazónica
con su descendencia armónica
dibujando su carátula,
y con perlitas de espátula
va el pajarillo a la crónica.
Samuel Dixon [14/03/2022]